lunes, 30 de mayo de 2011

Comida en familia

El placer de comer se da en toda edad y condición. La necesidad de comer que se inicia como instinto y necesidad vital, por efecto de la cultura se transforma en un acto sociable. El placer de comer en familia es exclusivo del hombre y debemos aprovechar todas las ocasiones posibles para disfrutarlo, máxime cuando beneficia también la relación entre padres e hijos.

Compartir la mesa es el mejor plan que podemos hacer cada día en familia. Aunque cueste conciliar los horarios es importante que tengamos un tiempo al acabar la jornada para conversar de lo que cada uno ha hecho durante el día.

Comer juntos favorece que los miembros de la familia se conozcan, hablen y estrechen sus relaciones. Hace que los padres se esfuercen por cuidar lo que comen sus hijos, que conozcan sus gustos, sus manías Comer juntos no es únicamente saciar el hambre en torno a una mesa, sino que detrás de sentarse a la mesa en familia hay un significado mucho más trascendente, el de la comunicación, preocuparse por el otro, escuchar a los demás y expresar nuestros sentimientos para que nuestros hijos también aprendan a expresarlos.

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